- ¿Sí? ¿Dígame?
- Mamá, soy yo.
- Hola hija, ¿qué pasa?
- Pues nada, que..., verás, yo llevaba todo el día estudiando en la biblioteca y me levanto un minuto a tomar algo, y de pronto aparece... aparece la profesora de matemáticas avanzadas, una que es tremenda... Y nada que me dice que mi cara le suena de clase. Es que yo a su clase voy fijo.
- Ya...
- Resulta que va a haber un examen de integrales diferenciales, para subir nota. Bueno no es un examen exactamente. Es... ¡como una maratón! Que va a durar todo el día... importantísimo porque la nota influye sobre la nota final, y yo creo que tengo muchas posibilidades, en serio.
- Claro hija.
- Y debo quedarme toda la noche estudiando, aquí, en la biblioteca, que la van a dejar abierta para la ocasión ¿sabes? Así que no te preocupes, ¡que es por mi bien! Llegaré muy tarde, pero tu tranquila ¡eh!...
- Vale.
- Adiós mamá. [Cuelgan]
- ¿Quién era? [pregunta el padre a la madre]
- La niña... que se ha enamorado.
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