Que me han dicho tantas mentiras sobre el amor que ya no sé a quién cojones creerme. Si a los tontos esos que hablan por hablar, o a mí misma. A mi destrozo interior.
Háblame de amor cuando te hayas dado cuenta que no existe droga más fuerte, ni que nada te puede enganchar más. Háblame de eso cuando sepas que, de las mejores drogas, es la peor. Que te hace volar, y te hace morir. Y matar. Matar por amor. Matar por droga como un yonqui enganchado a su mierda.
Háblame de amor cuando hayas entendido que darlo todo es poco. Cuando mates por un beso, y un beso te mate.
Háblame de amor, y de amar. De amargura, y de amargarse, si quieres.
Háblame. Bésame. Drógame. Ámame. Siénteme. Deshazme. En mil pedazos. En diez mil, en los que haga falta, pero hazlo.
Que lo siento, porque siempre estuve muy enganchada a ti, a tus sonrisas, a tu gesto de disgusto al despertar, a tu forma de ver la vida, a tus mensajes a media mañana. A tus maneras.
Enganchada a tu mirada, a tus manos, a tus palabras, a tus notas por todas partes.Y no lo puedo evitar. Esto me puede. Mi puta marca de heroína. Tú. Yo. Droga y yonqui. Y si me tengo que morir de algo, que sea de sobredosis de ti. Morirnos de colocón de amor. Porque contra el amor, nada puede."
No hay comentarios:
Publicar un comentario